La escena se repite con frecuencia. Los directivos aguardan a conocer al representante de la compañía con la mejor propuesta para pintar su condominio, cuando ven llegar a Aideline Amarán, la joven propietaria y gerente de Amaran Group, LLC. La saludan al descuido sin imaginarse que es a ella a quien esperan. Y no falta el que pregunta en voz alta: “¿Y dónde está el contratista?”
Fundada en enero del 2016 y dedicada a pintar, pavimentar y remozar condominios en Hialeah, el Doral, Fontainebleau, Kendall, North Miami Beach, etc., Amaran Group cuenta con una nómina de diez trabajadores, varios camiones pintados con los colores y publicidad de la compañía y una variedad de maquinaria propia para pintura y pavimentación.
Pero, aunque la firma se ha hecho notar por su rápido y continuo crecimiento, pocos saben que tiene una mujer al mando. “Cuando llego a presentar una propuesta para la ciudad o un condominio, encuentro a todos desesperados porque no saben ‘a qué hora llega el contratista’. Entonces tengo que presentarme y decir ‘mucho gusto, yo soy la contratista’. Así mismo es”.
¿Cómo empezó en la pintura?
Mi papá, Evaristo Amarán, tenía una pequeña compañía de pintura y empecé con él a los 17 o 18 años. Juntos hicimos crecer la compañía hasta que en el 2005 ya era una de las más grandes de Miami. Mi padre siempre me dio su voto de confianza para tomar las decisiones del negocio.
¿Cómo inició la compañía?
Después de más de 10 años con mi padre decidí empezar por mi cuenta. Solo tenía dos empleados y mi primer proyecto nos tomó 15 días. Tuvimos una ganancia de solo 350 dólares porque todos los equipos eran rentados. Con el tiempo, varios empleados a los que conocí a lo largo de los años, dejaron otros empleos para venir a trabajar conmigo, incluso ganando menos. Uno de ellos es mi gerente, Yoel Valdez, que es mi mano derecha, y que al principio usaba su propio carro para llevar y traer las máquinas.
¿De qué manera la ayudó Sherwin-Williams?
Al comienzo fue muy difícil porque era una mujer sola en un negocio de hombres y ya no tenía a mi padre a mi lado. Pero sí recibí el apoyo de Sherwin-Williams que me dejó abrir una cuenta con ellos. Ellos me conocían porque por años yo le llevaba las cuentas a mi padre. Hoy en día trato de que todos mis clientes opten por Sherwin-Williams, no solo porque creyeron en mí, sino porque la pintura y el servicio que ofrecen es excelente.
¿Cuál es su estrategia de negocios?
Hacemos de 10 a 15 proyectos de condominios multifamiliares por año. Yo no puedo competir con proyectos pequeños porque los seguros que pago son muy altos, de liability, de compensación a los trabajadores, de inland marine, seguros para los equipos, etc. Muchos clientes van por las opciones más baratas sin saber si los contratistas tienen o no licencia o los seguros que necesitan. Yo trato de ofrecer un paquete a los clientes, pintar los edificios, rehacer el pavimiento, pintar los parqueos, y les ofrecemos crédito… aunque a veces solo cobro el material porque quiero que, al terminar, mi trabajo se vea bonito y todo quede completo.
¿Qué es lo más difícil de ser una mujer contratista de pintura?
Lidiar con los empleados… para algunos es difícil recibir órdenes de una mujer. Por eso he creado un ambiente en el que no me sientan como su jefa sino como la persona que les ayuda a que todas las semanas tengan un cheque que llevar a sus familias. Como en Miami todos se conocen, ellos dicen “yo quiero ir a trabajar con Amarán”, porque saben que su pago aquí va a estar seguro.
¿Qué productos de Sherwin-Williams usa más?
Yo estoy enamorada de Resilience®. Es un poquito más caro, pero me encanta el acabado, la cobertura y, sobre todo, lo rápido que seca. El primer que uso es Hot Stucco para Exteriores Loxon®, que tiene mucha textura y cubre bastante.
Y cuando las paredes tienen muchos problemas uso Loxon® Conditioner. Para mí es muy importante usar buenos productos. Yo prefiero no hacer el trabajo si tengo que usar productos de baja calidad. Lo bueno es bueno, y Sherwin-Williams es lo mejor para mí.
¿Cuál es el mejor consejo que alguna vez haya recibido?
Hace muchos años le di un estimado a un señor colombiano en Brickell que me dijo: “me vas a odiar por lo que te voy a decir, pero lo vas a recordar toda tu vida. Este estimado de cuatro páginas no me da la confianza para hacer el trabajo contigo”. Desde ese día me enfoco mucho en los estimados, en aprender yendo a cursos,
en saber de nuevas máquinas. Y me esfuerzo en tener todas las certificaciones y seguros para hacerle ver a cada cliente que está protegido y que estamos listos para enfrentar cualquier problema.
¿Cree que la pintura puede ser una buena opción profesional para una mujer?
Es una pregunta difícil por todo lo que he tenido que pasar. Pero si hay una mujer interesada en construcción, en pintura, yo le diría que no tenga miedo, porque de los cobardes no se ha escrito nada. Todo lo que uno se proponga en la vida uno lo puede alcanzar, y yo soy un ejemplo de eso. La verdad nunca pensé que me fuera a enamorar tanto de lo que hago. Si el día de mañana me muero, me voy a morir feliz “de todo lo que he hecho, orgullosa de todo lo que he logrado en la vida, de toda la gente a la que he ayudado, y así, a pesar de tener solo 37 años me siento una mujer realizada.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición de otoño de 2020 de la revista Pintor Pro. Articulo y fotografía de Jorge Arboleda. Lea sobre otros contratistas exitosos en el archivo Perfiles de Contratista.
