En cada número de la revista Pintor Pro, el editor Jorge Arboleda habla detrás de escena con los dueños de exitosas empresas de pintura para nuestra serie, La Vida del Pintor. Esta vez es el turno de A-1 All Florida Painting, una firma contratista dedicada al área comercial en Miami, Florida.
No son aún las siete de la mañana, pero ya la actividad es frenética en el local de A-1 All Florida Painting en la parte industrial de El Doral. Luego de una pequeña reunión del personal, que hace una corta pausa para las fotos de este artículo, las furgonetas se reparten por todo Miami hacia las áreas de trabajo.
Fundada por Raciel Ramos Valle en 2006, esta firma contratista tiene una importante cartera de clientes que va desde altos edificios de apartamentos en las zonas más exclusivas de Miami, a compañías de cruceros internacionales como Virgin, Carnival y Royal Caribbean, pasando por grandes hospitales recién construidos como el Jackson West.
Raciel Ramos Valle es un hombre franco y directo que, en 1995, vino de un pueblo llamado Cárdenas, cerca de Varadero, Cuba. Tenía entonces 22 años.
“Desde que llegué a los Estados Unidos, lo único que hice fue pintura”, dice. Tras 12 años de trabajo para una compañía de pintura comercial, decidió independizarse y abrir su propia compañía.
Su hijo, Raciel Ramos Jr., que llegó de Cuba con apenas cuatro años, tiene ahora a su cargo la gerencia de la compañía, a la que entró a trabajar apenas terminó la secundaria en el 2009. “Yo me encargo de la administración, los estimados, me reúno con los clientes, asisto a los eventos de marketing y, cuando es necesario, ¡me pongo el chaleco y me pongo a pintar!”, nos dice.
Casado y con un hijo pequeño, Raciel Jr. se pasa sus días en reuniones y llamadas con clientes, contratistas y proveedores, y con sus propios empleados, solucionando los problemas que surgen aquí y allá en los ocho a diez proyectos que la empresa tiene en marcha simultáneamente.
Pero Raciel Jr. no siempre fue un gerente. Empezó a pintar durante sus vacaciones de la escuela, dice.
“Mi papá me tuvo trabajando mucho tiempo con un rodillo. Me decía ‘¿cómo vas a ser un supervisor si nunca has trabajado en eso?’ Y es cierto, ahora yo sé lo que un pintor es capaz de hacer en un día. Mi papá es dueño, pero él trabaja todos los días y hace de todo. Le encanta su trabajo. Yo también pinto de vez en cuando, y lo mismo hace mi hermano menor Cristian, de 21 años. Cuando los empleados ven que tú trabajas, te respetan más”.
Para Raciel padre, el trabajo duro es importante. “Este es un buen negocio, pero es sacrificado,” afirma. “A veces hay que trabajar sábados y domingos, y a veces hay que fajarse con la gente. Claro, eso es así si quieres llegar a ser grande. Para llegar a tener una compañía grande que mueva mucho trabajo, hay que fajarse con mucha gente a veces, incluyendo el personal”.
¿Qué consejo tienen para los jóvenes interesados en una carrera en pintura?
“Mi padre siempre me insistió en que hay quedar bien con el cliente,” dice Raciel Jr. “Si no lo haces bien tú, alguien lo va a hacer mejor que tú, siempre hay alguien capaz allá afuera que está esperando que te des un resbalón para poder ocupar tu lugar.”
Es por eso que construir y mantener una buena reputación es clave para un negocio de pintura exitoso, sostiene Raciel padre.
“Te puedes echar veinte pesos al bolsillo, engañar a la gente y hacer las cosas mal,” dice. “Yo diría que el dinero no es lo importante sino quedar bien ante los ojos del cliente. Tu nombre, tu reputación, es lo que vale más a la larga”.
Esta historia se publicó en la edición de verano de 2023 de la revista Pintor Pro. ©2023 Randall Reilly. Historia de Jorge Arboleda, editor senior de Pintor Pro. Fotografía de Jorge Arboleda. Lea más historias sobre contratistas de pintura exitosos en el archivo de la revista Pintor Pro.